domingo, 24 de mayo de 2009

Adiós a los hijos

Cada seis semanas tenemos la gran dicha, mezclada con tristeza, de despedir a nuestros misioneros. El grupo de este día estuvo la mitad de su misión con el Presidente Dalene y la mitad con nosotros. Elder Angioni, de Santa Rosa, Argentina; Elder Apaza, de La Paz, Bolivia; Elder Caíña del Callao, Perú; y Elder Santos, de La Paz, Bolivia.
Las actividades que tenemos con los misioneros que terminan son de la siguiente manera: cada uno de ellos tiene su entevista final con el presidente, quien les aconseja sobre su vida después de la misión. Después tenemos una última sesión en el Templo (qué gran bendición tener el templo en Cochabamba). Por último tenemos una noche de hogar, llena de consejos sobre estudios, trabajo, servicio en la Iglesia, y la búsqueda del compañero eterno.
Normalmente tienen una última oportunidad de asistir a un barrio donde hayan servido. Elder Caíña asistió a nuestro barrio (Villa Moscú) donde sirvió por 6 meses y qué gran despedida de los miembros y sus conversos. Esos últimos abrazos y saludos son sentimientos sumamente especiales y representan de alguna manera la "coronación" de las experiencias vividas, el amor ganado por personas que uno llega a amar como a su misma familia.
Dentro de poco tiempo estarán con sus familias también llorando y regocijándose por el servicio prestado y las experiencias vividas. Las familias de estos misioneros pueden sentirse muy complacidos y gozosos por sus hijos.
Qué grandiosa la sabiduría del Señor para con estos jovencitos. En el proceso que ellos buscan, encuentran, enseñan, preparan, bautizan y animan a otros perseverar hasta el fin, El Señor los prepara, de una manera a veces imperceptible para ellos, les otorga dones, les permite obtener y mejorar los atributos de Cristo para que lleguen a ser sus humildes discípulos. No hay duda, que éstos y otros que han terminado ya, más los que seguirán en el futuro cercano, serán nuestros líderes. Para eso han sido preparados mientras estuvieron al servicio de su prójimo y su Dios.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Prefacio

Había tenido la idea de crear un blog desde que entré a la misión, pero era tan inexperto que la misión y sus afanes me absorbieron completamente. El tiempo ha pasado inexorablemente, pero siempre ha estado ahí el pensamiento del blog. Ahora he pasado de "tan inexperto" a "inexperto", pero creo que con esta categoría ya he aprendido muchas cosas y creo que puedo escribir en el blog de vez en cuando y contarles de las historias de éxito de mis misioneros. Como pueden imaginarse, este blog está más dirigido a ex-misioneros de la misión, familiares y amigos que a mis misioneros regulares, pues por regla no pueden estar navegando en el internet.
La esperanza de este blog es que traiga buenos recuerdos, inspiración, pero por sobre todo un deseo intenso de honrar el convenio que hicimos al bautizarnos, de ser "testigos de Dios en todo tiempo, y en todas las cosas y en todo lugar en que estuvieses..." (Mosíah 18:9.)
Brigham Young dijo: "No hay hombre o mujer en esta Iglesia que no cumpla una misión. Dicha misión perdurará mientras vivan y consiste en hacer el bien, fomentar la justicia, enseñar los principios de la verdad y persuadirse a sí mismos y a todos los que le rodean a vivir dichos principios para que puedan obtener la vida eterna." (Discursos de Brigham Young, 322.)